Obama y Romney mostraron más puntos de acuerdo que diferencias

Por Javier Borelli / desde Nueva York
Barack Obama mostró una sólida performance en el tercer y último debate entre los principales candidatos a la presidencia de EE UU y logró recuperar parcialmente la imagen de estadista que había quedado deteriorada tras el primer cruce con su rival republicano, Mitt Romney. En el encuentro planeado para discutir sobre política exterior, el ex gobernador de Massachusetts, que es criticado en la campaña por su falta de conocimiento en la materia, procuró acercar sus planteos a las posiciones del presidente en los temas más sensibles y apenas se aventuró a expresar que de haber estado él en el cargo habría tomado las decisiones antes sin poner en riesgo el liderazgo estadounidense a nivel mundial. A solo dos semanas de los comicios las encuestas siguen mostrando una diferencia entre los dos candidatos que queda dentro del margen de error estadístico.

Obama sabía que era el último round y salió a golpear a su rival. Romney, que contaba con varios puntos a favor en las tarjetas tras el primer asalto, intentó abrazar al púgil y dejar pasar los minutos esquivando el knockout y esperando el veredicto de los jueces. El presidente trató de explicitar la estrategia y se dedicó a resaltar las contradicciones de su rival a lo largo de su campaña. "Está diciendo en voz alta las mismas cosas que hacemos nosotros", señaló.
El debate sobre política internacional no fue tan global como se esperaba. El eje de la discusión versó sobre la presencia militar en Irak y Afganistán, los levantamientos en Medio Oriente, la alianza con el Estado de Israel y, especialmente, la "amenaza" de Irán, cuyo nombre fue invocado 47 veces en 90 minutos. Por el contrario, Europa sólo fue mencionada una vez: cuando Obama habló de que nunca su país tuvo alianzas tan fuertes. Una sola vez también se mencionó a América Latina, pero en esta ocasión fue Romney el que destacó que EEUU "no aprovechó las oportunidades" allí en los últimos años pese a que su economía "es casi tan grande como la de China".
Promediaba el encuentro cuando Obama vio el flanco libre de Romney y contratacó. El republicano acababa de marcar como déficit que su país tenía la flota de barcos más reducida desde 1916, algo que él iba a cambiar si llegaba a la presidencia. "También tenemos menos caballos y bayonetas, porque la naturaleza de nuestra fuerza militar cambió. Ahora tenemos esas cosas llamadas portaviones donde aterrizan nuestros aviones y esos barcos que van debajo del agua que se llaman submarinos nucleares", le respondió Obama sarcásticamente. Ese fue, probablemente, el único golpe que en los próximos días merezca una repetición en los resúmenes informativos. Sin embargo, fue lo suficientemente significativo como para dejar una mejor impresión del candidato demócrata.
Apenas terminó el debate las cadenas televisivas, que no pueden esperar al día siguiente, ya precisaron un ganador. Según CNN, un 48% de sus televidentes vio mejor a Obama y solo un 40% lo hizo con Romney. Para CBS, las cifras fueron 52% para el presidente y 23% para su contendiente.La tendencia se confirmó en las redes sociales.Según un estudio de la empresa alemana SAP Social Media Analytics, Obama recibió un mayor apoyo en la web 2.0 durante el debate. Un 59% envió mensajes que pueden ser considerados favorables para el candidato demócrata, mientras que un 41% lo hizo de forma negativa. En el caso de Romney la relación fue inversa: la mayoría fue crítica (51%) y la minoría positiva (49%).
Las encuestas a nivel nacional se mantienen muy parejas y con cada nueva publicación de resultados el panorama cambia. El lunes CBS daba a Obama arriba por dos puntos y una encuesta compartida entre ABC y Washington Post también lo ubicaba primero por un punto.  «

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Los que quedan afuera
Obama y Romney no son los únicos candidatos que competirán por el sillón de la Casa Blanca. Sin embargo, sólo ellos fueron invitados a los debates porque sus partidos superan un piso mínimo de apoyo a nivel nacional.
En repudio a ese sistema el programa Democracy Now de la periodista Amy Goodman hizo un especial que se llamó "expandiendo el debate" en la que realizó a los candidatos de los partidos Verde, Jill Stein, y de la Justicia, Rocky Anderson, las mismas preguntas que a los otros candidatos y editó las respuestas consecutivamente.

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