Malvinas, AMIA y crisis en el discurso de Cristina
Por Javier Borelli / Desde NuevaYork
La presidenta Cristina Fernández pronunciará hoy por
la tarde su tradicional discurso anual en la sede de las Naciones Unidas
durante la primera jornada del debate general que reúne a los máximos
líderes mundiales en Nueva York. En poco más de 15 minutos, la titular
del Poder Ejecutivo nacional volverá a reclamar que el Reino Unido se
siente en la mesa de diálogo por Malvinas y hará hincapié en el
inequitativo comportamiento comercial de los países desarrollados
durante la crisis. Mientras la reunión bilateral con el gobierno iraní
sigue sin confirmarse, la gran incógnita será la el tono que tendrá la
referencia que la presidenta haga sobre la falta de colaboración de
Teherán en la investigación judicial por el atentado de la AMIA.
Cristina destinó buena parte de los últimos días a
preparar el discurso que dará hoy en la Asamblea General de la ONU.
Sucede que el debate que históricamente abre el máximo representante del
gobierno brasileño, en este caso la presidenta Dilma Rousseff, es la
ocasión que tiene cada país de presentar su parecer sobre la política
internacional a los ojos de todo el mundo. En ese marco, la Argentina
viene aprovechando el escenario para reivindicar las decisiones
soberanas de su Estado, reclamar por los desactualizados mecanismos de
decisión de los organismos internacionales (incluida la ONU) y para
marcar las diferencias del nuevo momento político que atraviesa el país
la región.
Tras su discurso, que está estimado para las 15:30 (16:30 de la
Argentina), Cristina mantendrá reuniones bilaterales con el Secretario
General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y con el presidente de
Egipto, Mohamed Morsi. Con el primero, Cristina ya se ha encontrado en
varias oportunidades, la última en junio, cuando se presentó ante el
Comité de Descolonización para volver a poner en la agenda internacional
el reclamo argentino. Con Morsi será el primer encuentro, ya que el ex
miembro del partido de los Hermanos Musulmanes fue elegido este año y
apenas cuenta con unos meses de ejercicio en los que ha tratado de
lidiar con el remanente del gobierno de Hosni Mubarak, que se vio
forzado a renunciar tras casi 30 años en el poder a raíz de las
revueltas que se iniciaron a principios del año pasado. Su elección
marcó el principio de un nuevo escenario en el mundo árabe que en los
últimos días volvió a ganar las portadas de todos los diarios, tras la
ola de violencia contra las embajadas estadounidenses por la difusión de
un video por Internet grabado en California en la que se hace burla del
profeta del Islam Muhammad.
Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 25/09/2012
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