Fuerte respaldo latinoamericano al reclamo argentino en la ONU
Por Javier Borelli / Desde Nueva York
Con un fuerte respaldo de los países latinoamericanos y del Caribe,
la Argentina volvió a reclamar, en el marco del debate general del 67º
período de sesiones de la Organización de Naciones Unidas, el fin de la
ocupación británica en las Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur y
Sándwich del Sur. El representante argentino, Mateo Estremé, denunció la
realización de ejercicios militares y de "actividades ilegales de
exploración y explotación de recursos naturales renovables y no
renovables" por parte del Reino Unido en violación a las resoluciones de
la ONU."La condición (del Reino Unido) como miembro permanente del Consejo de Seguridad no lo exime de sus obligaciones internacionales, más aun tal asiento –y los privilegios que el conlleva– le demanda una responsabilidad especial como garante de la paz y la seguridad internacionales. Responsabilidad que deserta al rehusar el diálogo con mi país", aseguró Estremé en su discurso ante la Asamblea General.
El planteo de Estremé estuvo en línea con la participación de la
presidenta Cristina Fernández hace dos semanas ante el mismo auditorio.
El contexto, esta vez, fue la discusión plenaria de la Cuarta Comisión
de la ONU que tiene a su cargo la Política Especial y de
Descolonización. Un espacio que cada vez resulta más hostil a Gran
Bretaña por su política sobre los dominios en ultramar. Diez de los 16
"territorios no autónomos" reconocidos por la ONU y marcados como
espacios en los que se debe "erradicar la colonización" están bajo su
control. En ese marco, sin embargo, el caso de Malvinas constituye una
excepción que es denominada "especial y particular".
"Hay en las Islas Malvinas una situación colonial pero no hay un
pueblo colonizado", explicó Estremé en su discurso. El juego de palabras
pretende ilustrar que la población de las islas no está bajo dominio
forzoso inglés porque llegó luego de la ocupación británica. Por eso
mismo la Argentina adujo ayer que el "referéndum" que el gobierno de
Gran Bretaña propone como solución al conflicto es "un ejercicio ilegal,
espurio y tautológico en tanto es impulsado por británicos para
preguntarles a ciudadanos británicos si quieren seguir siendo
británicos".
La representante del Reino Unido se vio forzada a pedir el derecho a
respuesta tras las exposiciones previstas y reiteró el planteo de hacer
una consulta popular en 2030. Sus primeras palabras ilustraron su
soledad. "Quiero responder a los representantes de Brasil (en nombre del
Mercosur), de Chile (en nombre de la CELAC), de Perú (en nombre de la
Unasur), de Guatemala, de la Argentina, de Costa Rica, de Nicaragua y de
Ecuador", enumeró. Sucede que ocho de los 14 miembros que la
antecedieron al micrófono cuestionaron la negativa al diálogo del
gobierno británico y la mayoría hizo énfasis en la explotación de los
recursos naturales y la militarización del Atlántico Sur. Ese apoyo
constituye a la vez una demostración de la unidad regional y amplifica
su importancia si se considera que es la primera vez que la CELAC
interviene en la ONU como organismo multilateral y la segunda que lo
hace la Unasur (la vez anterior había sido en 2011 y en el mismo
ámbito), confiaron fuentes diplomáticas.
La sesión que marcó las bodas de oro del Comité de Descolonización
(creado en 1962) se levantó a las 17:45 de Nueva York, dos horas y media
después de su inicio, y continuará el viernes próximo con más
exposiciones. En esta primera jornada, el deseo que más se escuchó es
que la denominada tercera década para la erradicación del colonialismo
sea la vencida.
Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 09/10/2012
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