La presidenta le concedió una bilateral a Irán por el caso AMIA





Por Javier Borelli / Desde Nueva York
He decidido instruir a nuestro canciller para que tenga lugar aquí, en las Naciones Unidas, una reunión bilateral entre ambas cancillerías." Con esas palabras Cristina Fernández terminó con las especulaciones que se habían generado tras conocerse el pedido formal del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní para tener una reunión bilateral, en respuesta al reclamo argentino de colaboración para avanzar en la investigación por el atentado a la AMIA. De todas maneras, aclaró Cristina, "tengan la certeza que esta presidenta no va a tomar ninguna resolución respecto de ninguna propuesta que nos sea formulada sin consultar previamente con quienes han sido las víctimas directas y con las fuerzas políticas con representación parlamentaria".
"Para nosotros, los argentinos, (la voladura de la AMIA y de la Embajada de Israel) constituye y sigue constituyendo una llaga abierta porque todavía no ha habido justicia", sostuvo la mandataria, y destacó que por ese motivo "es un tema demasiado importante para ser resuelto sólo por el Poder Ejecutivo".
El momento y el lugar de la declaración tienen su justificativo. En ese mismo escenario, la Argentina ha reclamado varias veces a la República Islámica de Irán que facilite el trabajo de la justicia argentina. También allí, tratando de romper con el estancamiento de la situación, Cristina propuso años atrás una propuesta alternativa que incluía someter la investigación y el juzgamiento a un tercer país.
Esa idea está inspirada en un caso judicial conocido como Lockerbie, en alusión a la localidad escocesa por donde volaba el avión de la compañía Pan Am que estalló a raíz de un atentado terrorista en diciembre de 1988. Estados Unidos y el Reino Unido acusaron a dos personas libias por el atentado, pero el gobernante Muammar Khadafi se negó a juzgarlos en su país o extraditarlos. Tras una larga disputa diplomática que incluyó sanciones comerciales para Libia, los países involucrados negociaron en 1998 que el juicio se lleve a cabo en un país neutral (Holanda) y con magistrados y leyes escocesas.
Esa será la carta que lleve la Argentina al encuentro cuya fecha exacta el canciller argentino se prometió a divulgar en cuanto estuviera firme. Sin embargo, Cristina dejó abierta una puerta a nuevas opciones. Si Irán no quiere colaborar "frente a la justicia argentina o frente a un tercer país, esperamos nuevas propuestas", aclaró la presidenta, quien resaltó en dos ocasiones que lo que surja del encuentro deberá ser consultado con las víctimas y discutido en el marco del congreso, "porque todos tienen la obligación de fijar posición frente a situaciones de esta naturaleza". Además, "no estamos ante un caso de Relaciónes Exteriores típico o casual, sino ante un hecho que ha marcado la historia de los argentinos y que se inscribe en la historia de los organismos internacionales", agregó la titular del Ejecutivo, enfatizando la importancia de que las Naciones Unidas sea el marco en el que se produzca el encuentro bilateral.
El integrante de la agrupación de Familiares y Amigos de las víctimas del atentado a la AMIA, Sergio Burstein, escuchó todo el discurso parado dentro del recinto de la Asamblea General. "Nadie en su sano juicio puede estar en desacuerdo con esta medida, aun a pesar de que uno pueda no tener esperanzas con las propuestas iraníes por las experiencias que tenemos", explicó Burstein a Tiempo Argentino apenas minutos después de que Cristina hiciera público el anuncio. Lo importante es "que la presidenta haga este intento de entrar por esa pequeña puerta que se abre y, por sobre todas las cosas, que haga de esto una cuestión de Estado: porque hace partícipe a la justicia, al Congreso y al gobierno civil".


Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 26/09/2012

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