"Los ingleses no tienen argumentos para evitar el diálogo por Malvinas"

Por Javier Borelli / desde Nueva York. 

Yo diría que hasta está mal ubicado el tema de Malvinas dentro del Comité de Descolonización. Porque no estamos hablando de una colonia. Es territorio argentino que está ocupado por una potencia extranjera. Es una ocupación militar de una potencia extranjera". Las contundentes palabras emanan de la legítima voz del titular del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, Diego Morejón Pazmiño. En diálogo con Tiempo Argentino, este abogado ecuatoriano con más de 30 años de carrera diplomática y que actualmente reviste como representante de su país en la ONU, enfatiza que el diálogo entre la Argentina y el Reino Unido es la única manera de solucionar el conflicto. Aunque reconoce que no hay muchas esperanzas de que eso suceda en el corto plazo, Morejón Pazmiño afirma que cuando se produzca "siempre ganará Argentina porque tiene todo a su favor menos la fuerza de Inglaterra y el techo del Consejo de Seguridad", el único órgano que toma decisiones vinculantes y en donde las islas británicas tienen poder de veto.

 Las declaraciones de Morejón Pazmiño no sorprenden. El hombre que tiene a cargo terminar con los resabios coloniales no gusta de los rodeos. "Se les dice formalmente 'territorios no autónomos', aunque para mí son colonias", explica y fija la terminología para continuar el diálogo. "Y para mí es una vergüenza que en este siglo se hable de colonización todavía. Pero el problema más serio es que no se avanza", responde cuando se le pregunta cuánto más faltará para que la ONU pueda cumplir con la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales aprobada por la Asamblea General el 14 de diciembre de 1960. En 1990 se intentó poner presión para acelerar el proceso y se declaró la "década para la erradicación del colonialismo". En 2000 se proclamó la segunda década y en 2010 la tercera. "Este comité no puede convertirse en una especie de oficina que ofrezca trabajo a un grupo de gente en las Naciones Unidas. Además, según una de las resoluciones de la ONU, el plazo para finalizar el trabajo es 2020. Ahora, ¿alcanzamos? Porque para eso hay dos partes: el Comité que debe establecer una línea de contacto, y coordinación con las denominadas 'potencias administradoras' (que es un nombre de suyo colonialista, por lo que yo uso en mis papeles la frase 'las así llamadas potencias administradoras') para llegar a negociar la entrega de esos territorios. Pero siempre quedamos en la voluntad de esas potencias…", subraya.

–¿Es posible que la falta de avances se deba a que 14 de los 16 "territorios no autónomos" que reconoce la ONU estén ocupados por países que integran el Consejo de Seguridad?

–Puede ser. Porque he visto en la Secretaría de la ONU un cierto temor a enfrentarse a las potencias. La ventaja de un país que no tiene poderío nuclear ni está en el Consejo de Seguridad, como Ecuador, es que nos permite hablar en un tono mucho más franco. Con el respaldo de la Carta de las Naciones Unidas. Ello nos da un paso para conversar sobre este asunto. Pero a ciertos territorios no autónomos, tampoco les interesa hablar sobre su independencia. Porque han logrado un nivel de vida y un crecimiento interno que quizás es mayor que el que tendrían si se valieran por sí mismos o si no tuvieran los recursos externos.

–El Reino Unido tiene dominio sobre diez de los 16 territorios. ¿Cuál es su posición al respecto?

–Ellos dicen que la gente de esos lugares está cómoda, los quiere. Pero eso cierra una puerta a una conversación. Porque, por ejemplo, cuando vino la presidenta argentina en junio último, al mismo tiempo sacaron los ingleses la propuesta de un referéndum y un libro blanco sobre el desarrollo de los territorios de ultramar. Y en ese marco quiero destacar las valientes palabras del canciller (Héctor) Timerman, que denunció en el Comité de Descolonización el manejo militarizado en la región. Y tuvo no sólo un discurso sino una cuestión fotográfica y documental. A nosotros no nos cupo la menor duda de que eso es así. Y la respuesta inglesa a esa denuncia no existe, no la he visto. Es un silencio sepulcral. Un experto me puso un mapa y me decía: "Si tú ves la geopolítica, teniendo en cuenta la mentalidad inglesa; si tú ves la ubicación estratégica de las Malvinas que le da la posibilidad de tener salida a los dos océanos (Atlántico y Pacífico) y luego al Índico, que es más accesible que desde Inglaterra, esa es una cuestión que ellos llevan en la sangre. Las conquistas desde su época les da esa cuestión de hegemonía mundial."

–¿Cuál es la posición del Comité en relación al planteo de referéndum del Reino Unido? 

–Los países que tenemos un origen jurídico en nuestra región nos valemos de los documentos jurídicos e históricos para nuestra defensa. No de los tanques ni las corbetas ni los submarinos. Y esto (las Malvinas) es una herencia que recibió Argentina desde épocas ancestrales de España. Todos los títulos le corresponden a Argentina. Entonces esta no es una discusión de colonialismo, de invasión ni de nada, sino de soberanía. Yo no puedo proponer, como presidente del Comité, a la presidenta Cristina Fernández que hablemos de autodeterminación. Hay más de 40 resoluciones de la ONU que instan a los dos países a sentarse a conversar bilateralmente. Creo que ese es el único camino.

–Ese es el reclamo del gobierno argentino también…

–Es que no tienen argumentos los ingleses. No quieren conversar. Nosotros mismos hemos iniciado conversaciones de todas las cosas con ellos, pero Malvinas es una cosa aparte. Es muy complicado para ellos. Si se diera, lo más probable es que ellos pidieran una visita del Comité, pero es algo que mientras yo esté como presidente en el Comité no se va a dar.

–¿Por qué?

–Porque estaríamos reconociendo la existencia de una colonización. Reconociendo que hay un pueblo que quiere autodeterminarse. Pero ahí no hay una potencia administradora, porque lo que hay allí es una invasión. Una potencia de ocupación militar. Yo lo he dicho en un par de papeles y ha molestado en la Secretaría. Se ponen nerviosos. Pero es la verdad. Si no, ¿quién es el colonizador: Argentina o Inglaterra? Los ingleses llegan a hablar de coloniaje de Argentina. Eso es un extremo, cosas que el papel permite. 

–¿Por qué Ecuador se hizo cargo de la presidencia del Comité de Descolonización?

–La petición vino de los Estados miembro. Muchos no querían al sector del Caribe en la presidencia. Hay muchas razones que decían que escuchaban más a las potencias administradoras. El titular de Santa Lucía (que presidía antes de Ecuador) incluso tuvo algunos problemas personales con otros representantes por estos motivos. Entonces se le propuso a Ecuador ser titular, lo analizó y aceptó. Lo otro es que, como Ecuador, pensamos que las Naciones Unidas deben dar de una vez un mensaje de solución de algo. Hacer uso de la famosa carta de las Naciones Unidas para demostrar que sirve. «

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Diplomacia y empanadas

Las relaciones internacionales muchas veces se dirimen en los escritorios. Pero esas reuniones formales están precedidas por cientos de momentos sin corbata donde las anécdotas pasan a formar parte de la política. Uno de esos instantes ocurrió a finales de mayo durante el seminario anual del Comité de Descolonización que se llevó a cabo en Quito, capital de Ecuador. "El gobernador de Malvinas, el señor Roger Edwards, estuvo en el seminario y en una recepción que hicimos había empanadas ecuatorianas. Él comía las empanadas y me decía: 'tienes que venir a las Falkands porque uno de los platos preferidos de la población son las empanadas'. Entonces yo le respondí: 'Claro, porque son argentinas. Es gastronomía propia.' Nos reímos, pero a los ingleses que lo acompañaban no les gustó la broma", recordó Morejón Pazmiño.

Publicado en la edición impresa del diario Tiempo Argentino el 08/10/2012

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