Llegó el frío pero los mosquitos no se van
Los botines de Marina relucían apenas sacados de la caja. Su idea era
estrenarlos en la primera clase de fútbol infantil que iba a tomar en
el Club Libertad, de 9 de Julio. Claro que no se esperaba que las
autoridades del club decidieran postergar una semana el inicio de la
actividad "debido a la gran cantidad de mosquitos que hace imposible
trabajar adecuadamente", según informaron en un comunicado. La historia
de Marina es apenas una de las miles que reflejan, todavía bien entrado
el mes de mayo, la presencia molesta de estos insectos que afectan a
buena parte del país. Si hubiera un mapa que reflejara su concentración,
calcaría el publicado a principios del mes pasado mostrando las zonas
más afectadas por las lluvias. El motivo es sencillo: "Son mosquitos que
se reproducen en los charcos naturales que se forman por las lluvias.
Cuando hay temporales, aparecen de a muchos y pican, pero no transmiten
el dengue", tranquiliza Nicolás Schweigmann, director del Grupo de
Estudio de Mosquitos (GEM), de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la UBA.
"La mayoría de los mosquitos que hoy molestan en Santa Fe, Córdoba,
el Litoral, Buenos Aires y aun más al sur son Ochlerotatus
albifasciatus, un tipo de mosquito que tiene una aparición muy amplia en
Sudamérica: de Río de Janeiro hasta La Paz y de allí al sur hasta
Ushuaia", agrega Schweigmann, quien desestima un mito climático al
respecto. "Son mosquitos silvestres a los que el frío no les hace nada
significativo. Lo único que hay que hacer es ser precavido para que no
te piquen y tener paciencia: viven entre una y dos semanas solamente."
Según explican desde el GEM, las hembras colocan los huevos,
resistentes a la sequía, sobre el suelo húmedo en zonas anegables.
Entonces, cuando sobreviene una lluvia y esa área queda bajo el agua,
hace que los huevos eclosionen. Una vez que se completa el desarrollo
inmaduro, "los adultos emergen en forma sincrónica, por lo cual es
habitual la presencia de grandes cantidades de ejemplares adultos".
Los mosquitos siguen aquí, pero es erróneo hablar de "invasión".
"Los insectos se producen en los charcos naturales que se forman en el
lugar, por tanto son locales", precisa Schweigmann, quien destaca, sin
embargo, que este tipo de mosquito no está adaptado a las áreas urbanas.
"Te pican y se quedan ahí, mientras que el Aedes aegypti escapa para
que no lo mates." Ese nombre sí resulta más familiar, merced a la
campaña nacional de prevención que lleva adelante el Ministerio de
Salud para tratar de disminuir su aparición: ese mosquito puede
contagiar el dengue. "Pero este no ve incrementada su población
grandemente por las lluvias, porque se reproduce en recipientes de aguas
artificiales", señala Héctor Coto, director de Enfermedades
Transmisibles por Vectores de la cartera sanitaria nacional. De ahí el
énfasis en "descacharrar" que pone la campaña.
Coto destaca que la persistencia del Ochlerotatus albifasciatus no
genera riesgos respecto del dengue. "Son mosquitos que generan molestias
para la recreación y al aire libre, pero para las ciudades, son
secundarios en términos de salud. Aun así, como estos mosquitos aparecen
en abundancia después de lluvias muy copiosas y el cambio climático
favorece los fenómenos extremos, es de prever que se favorezca su
existencia." «
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Experimento en Panamá
Tres millones de mosquitos transgénicos
Panamá culminó la liberación de 3 millones de mosquitos
transgénicos Aedes aegypti, transmisores del dengue. Se trata de machos
estériles, que a diferencia de las hembras no se alimentan de sangre
sino de néctar. La idea es reducir la población de esa especie.
El dengue, bajo control
"Este año estamos muy satisfechos con lo que pasó con el dengue.
Hasta el día de hoy sólo hay 32 casos confirmados en todo el país",
destaca Héctor Coto, director de Enfermedades Transmisibles por Vectores
del Ministerio de Salud de la Nación.
"Probablemente no sea la cifra final porque hay casos en estudio en
el extremo norte de la provincia de Salta, donde hubo un pequeño brote,
pero no va a ser una cifra por fuera de los márgenes esperados",
agrega.
A partir de ello, Coto asegura que la estrategia de prevención "ha
sido plenamente satisfactoria y no hubo episodios que desbordaran las
previsiones".
Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 12 de mayo de 2014
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