La tecnología ahora sale de lo virtual para ponerse en el cuerpo
A pesar de lo que dice la publicidad, si uno quiere tener el mundo en
sus manos no le hace falta una tarjeta de crédito. Lo que necesita,
según Google, es una pulsera, un anillo o unos anteojos. Con cualquiera
de esos utensilios, estéticamente adaptados a la moda, uno puede saber
el clima, revisar la agenda, conocer el estado del tráfico y enviar y
recibir mensajes, entre otras múltiples posibilidades. Los productos en
cuestión aún no están a la venta, pero los ingenieros del gigante de
Internet adelantaron su existencia en un video y prometen ponerlo a
disposición del público antes de fin de año. Con esa apuesta, Google
pretende marcar la cancha en el mundo de los "wereables", tecnología
inteligente, portátil, o ponibles (según su rudimentaria pero extendida
traducción). Estos son accesorios de vestimenta que incorporan
micro-computadoras para "facilitarle la vida al usuario". Pero Google no
está solo: las principales empresas de tecnología ya se anotaron en la
carrera para ganar ese mercado potencial.
"El concepto de weareable tiene que ver con cómo dotar de
inteligencia las cosas comunes que nos rodean día a día", explica
Eduardo Godoy, gerente de Producto para Intel Latinoamérica. "El
weareable va contigo y no requiere de ti, pero te da mejor bienestar y
calidad de vida", agrega el responsable del concurso "Make it wearable".
Es decir, "hágalo vestible y cambie el futuro de la tecnología", como
reza la invitación a los interesados en hacer "evolucionar la
informática de uso personal".
Desde una pollera con micro-led que permite cambiar de color a
gusto del usuario hasta una campera inteligente para mineros que
monitorea en tiempo real los factores ambientales y biomédicos a los que
se exponen los trabajadores, todo es posible con los productos
"vestibles". "El límite de las cosas a desarrollar es tu propia
imaginación", destaca Godoy, aunque reconoce que para alzarse con los
premios que otorga su empresa las ideas a desarrollar deben "ser
realizables y tener una oportunidad de negocio detrás".
PRECURSORES. Desde el anillo-abaco creado por la dinastía china
Qing en el siglo XVII, considerado el primer dispositivo tecnológico
personal, hasta la actualidad, el gran incentivo para el desarrollo ha
sido el mercado. Simplificar, eficientizar y hacer portable parece haber
sido la consigna que grabaron en su cabeza los inventores de los
objetos personales que hasta el día de hoy forman parte de nuestra vida.
Por eso mismo, el sociólogo y urbanista estadounidense Lewis
Mumford consideró en su libro Técnica y Civilización, de 1997, que fue
el reloj, y no la máquina de vapor, el invento clave de la edad
industrial. Esto es así tanto por su mecanismo como, fundamentalmente,
por la forma en que imprimió el tiempo en la vida de las personas,
reglamentando las horas laborales. A tal punto llegó el desarrollo en
ese sentido que a los inmediatos predecesores del Android Wear, el
proyecto de Google dedicado al desarrollo de los "ponibles", se los
conoce como "cuantificadores de la actividad diaria".
Uno de los primeros de ellos fue el Nike +, un dispositivo
desarrollado en 2006 por la marca de ropa estadounidense en conjunto con
Apple y que asocia un chip que se introduce en la zapatilla con un Ipod
vía bluetooth. Por medio de un software que se instala en el iPpod, el
usuario puede calcular y almacenar el tiempo en que hace actividad, la
distancia que recorre, el ritmo que lleva y las calorías que consume.
"El Nike+ era buenísimo, yo lo compré en Houston en 2007 durante un
viaje a Estados Unidos junto con unas zapatillas que venían preparadas
para introducir el chip bajo la suela", cuenta Juan, empleado de una
multinacional, de 31 años. "Lo usé todos los días que salía a correr
hasta 2010, cuando perdí el Ipod. Ahí, en vez de comprarme otro, le baje
una aplicación al celular y salgo a correr con él. No es tan cómodo
pero a esta altura ya me calcula distancia, tiempo, velocidad y hasta
temperatura ambiente", concluye.
La empresa de indumentaria deportiva encontró el nicho y comenzó a
desarrollar otros productos similares, como el brazalete Fuelband, que
se conecta a un celular para contar los pasos que uno da, medir el
esfuerzo diario y calcular las calorías que uno quema
con el ejercicio. Otros desarrolladores lo siguieron y comenzaron a
aparecer nuevas funcionalidades, como la posibilidad de coordinar la
música que uno escucha durante su actividad cotidiana. Los amantes del
deporte las adoptaron rápidamente y hasta empezaron a volverse un
producto de moda en Estados Unidos y en otros países considerados
"desarrollados". A tal punto que varias compañías aéreas ya los ofrecen
en su catálogo de free shop.
LA COMPETENCIA. Una vez que el mercado respondió, los que corrieron
dejaron de ser sólo los usuarios. Las marcas tecnológicas no perdieron
tiempo y se sumaron a la carrera por la innovación. Adidas, Amazon, IBM,
Microsoft, Sony y Toshiba, son algunas de las que ya presentaron
modelos nuevos o anunciaron que están trabajando en ello. La compañía de
celulares Blackberry es la única que hasta el momento rechazó
explícitamente su intención de avanzar por la vía de los "ponibles". Así
lo aseguró el CEO de la empresa, John Chen, quien se diferenció de las
marcas que cada día más se alejan de la especificidad de la telefonía.
La negativa de Chen no preocupa al resto de los ejecutivos de las
empresas tecnológicas que ven aquí una oportunidad para aprovechar.
Varios de ellos, seguramente, conocen el informe difundido por la
consultora International Data Corporation (IDC), que pronostica ventas
para este año de 19 millones de unidades de productos "ponibles". Esos
guarismos no sólo triplican los vendidos en 2013, sino que además
proyectan una venta mundial de casi 112 millones de unidades para 2018.
Una tendencia demasiado grande para ser dejada de lado. «
-.-.-.-.-.-.
Una app para no olvidar las pastillas
"Hay dos grandes familias en wearables: los que son para hacer
fitness y los de uso nutricional o de salud", explica Santiago Troncar,
presidente y cofundador de SaludMOVIL.net, una compañía dedicada a
mejorar la salud a través de la tecnología móvil. Esta segunda opción,
que está vinculada a dispositivos que miden las variables de salud de la
persona como pueden ser la presión o el nivel de glucosa en sangre,
puede ser revolucionaria para Troncar. "Por primera vez se puede volver
una moda estar saludable", enfatiza. Y compara con lo que sucede
actualmente con las maratones: "Hoy correr es casi una cuestión de
estatus." En este marco su empresa desarrolló recientemente una
aplicación que se llama "Pill Reminder" (recordatorio de pastillas) que
en su versión criolla también se conoce como "Avisamed". Esta app, que
puede ser descargada gratuitamente en cualquier smartphone, emite
recordatorios para la ingesta de medicamentos, lleva la cuenta del stock
disponible y advierte cuando es necesario procurarse más remedios. Es
probable que el software pueda integrarse el día de mañana a los
"ponibles".
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