Crece la preocupación por preservar la privacidad en la era de la Big Data

Facebook ofrece un producto que un segundo antes uno no sabía que necesitaba. Un mensaje en el celular avisa que cerca de donde estás hay un lugar excelente para cenar. Algunos se dejan seducir por la comodidad y otros reaccionan con preocupación. En todo caso, la información ha sido suministrada por nosotros, voluntaria o inconscientemente. ¿Qué podemos hacer para controlarla? ¿Quiénes manejan nuestra información personal y qué saben exactamente? Estados y corporaciones se alían y/o compiten por recursos para llegar primero a la era de la Big Data.
Un hombre entró furioso a uno de los cientos de almacenes que la compañía Target tiene en el estado de Minneapolis (EE UU). "¿Cómo puede ser que le manden cupones de descuento para comprar ropa de bebé a mi hija que recién está en la secundaria?", gritaba. El encargado dijo que no estaba al tanto, y el gerente llamó días después para pedir perdón, pero se sorprendió al recibir él las disculpas. "Al parecer hubo actividades en esta casa de las que no estaba al tanto", confesó el avergonzado padre. Corría 2004 y todavía no se hablaba de Big Data, pero Target ya usaba su base de datos para predecir cuáles de sus clientes podían estar embarazadas.
En junio de 2013, el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, Edward Snowden, filtró al mundo decenas de miles de documentos secretos que confirmaban la existencia de varios sistemas de espionaje operados por EE UU y las principales potencias europeas, muchas de ellas en complicidad con empresas proveedoras de servicios de comunicaciones. El escándalo fue global y todos fueron puestos en aviso de que sus correos electrónicos, su historial de navegación por Internet, sus compras con tarjeta de crédito y hasta sus llamadas telefónicas estaban siendo almacenadas y observadas por los departamentos de Inteligencia. El concepto de Big Data había hecho su irrupción definitiva.
¿Qué es Big Data? Los especialistas en marketing lo resumen con tres V: grandes volúmenes de información, gran variedad de fuentes para obtenerla y gran velocidad para procesarla. ¿Pero cuánto es mucha información? Según un informe presentado en mayo por el gobierno estadounidense, sólo en 2013 se produjeron cuatro zettabytes de información. Ese número se escribiría con un 4 seguido de 21 ceros. Para dimensionarlo, la Casa Blanca usó la siguiente metáfora: "Imagínense que cada estadounidense se sacara una foto digital cada segundo de cada día durante un mes. Todo junto equivaldría a un zettabyte." Eso, multiplicado por cuatro.
La anécdota de la compañía que se enteró del embarazo de la adolescente antes que el padre impactó a la socióloga estadounidense Janet Vertesi, integrante del Centro de Políticas para las Tecnologías de la Información de la Universidad de Princeton. Tanto, que decidió usar su propio embarazo como experimento para ver si era posible escaparle al Gran Hermano virtual. Para ello, debió cambiar todos sus hábitos sociales y pedir a sus conocidos que eviten mensajes alusivos al embarazo en redes sociales y correos electrónicos. Dejó de hacer compras con tarjeta y usó cotidianamente el Tor, un navegador que permite al usuario recorrer la Web sin dejar rastros ni ser identificado (ver aparte).
El experimento funcionó, pero Vertesi no se quedó con los mejores recuerdos. "Fue caro porque no pude usar las tarjetas con las que tenía descuento y fue muy molesto desde el punto de vista social, perder la posibilidad de interactuar en Facebook", señaló al presentar en Nueva York los resultados durante el seminario "Teorizando sobre la Web", en abril. Allí también confesó que muchas veces sintió como si estuviera cometiendo un crimen y temió que en cualquier momento alguien del FBI fuera a golpear su puerta preguntando por los múltiples retiros de efectivo de distintos cajeros o la compra de tarjetas prepagas de algunos locales.
Vertesi reconoce que ocultarse hoy "requiere de mucho sacrificio y no lo recomendaría". Sin embargo, agrega, su experimento sirvió para que la gente se tome un minuto para pensar seriamente en la información que uno suministra.
"Los que estamos preocupados por la privacidad somos de la generación X para atrás. La generación del Milenio (como se les dice a los nacidos entre 1980 y 2000) tiene una mente abierta respecto de lo que comparte o no", advierte Mara Destefanis, fundadora y directora de Big Data Machine (BDM), una empresa argentina que se encarga de "capturar la información pública de Internet, procesarla, analizarla y hacer reportes como si fuera una biblioteca online para que cualquier persona pueda hacer uso de los datos para sus propios objetivos". Su fin último, detalla, es "sacarle utilidad a esa información y constituirla en modelo predictivo". Algo semejante a lo que ya hacía Target en 2004 con su base de datos, pero ahora ampliado a toda la Web.
Su práctica profesional la llevó a relativizar los temores respecto del monitoreo de las acciones de los usuarios. "Uno tiene que saber lo que comparte y lo que no. Es lo mismo que cuando estamos offline." Aun más, agrega, la paranoia sucede porque estamos en un momento de cambio. "Todavía el consumidor piensa que son las empresas las que tienen el control, pero es al revés. De acá a 2020, el derecho lo va a tener el consumidor, porque todo va a ser personalizado."
Enrique Chaparro, presidente de la fundación Vía Libre, una organización argentina que promueve los postulados del movimiento de software libre, coincide con Destefanis en que, para tener control sobre la privacidad, es bueno empezar por casa. "La regla de oro en esto es que todo lo que hagas en un sistema de comunicación (en particular, pero no exclusivamente, en Internet), es público. Por lo tanto, no publiques lo que no pintarías con aerosol en la puerta de tu casa", reflexiona.
Sin embargo, se diferencia, en el manejo de la información "no hay soluciones individuales porque siempre podés ser rastreado por cercanía; aunque vos no tengas cuenta en 'Fachobuk', alguien podría publicar una foto tuya y etiquetarte". Por ello, insiste, "la solución es colectiva y política: hacer cumplir, donde las hay, las leyes de protección de datos personales. Como en la Argentina, donde hay una buena ley pero una pésima aplicación." Mientras tanto, el Gran Hermano te seguirá mirando.  «
.-.-.-.-.-.

Richard stallman: "la resistencia individual es sólo el comienzo"
Las respuestas de Richard Stallman, el fundador del movimiento de software libre, llegan por email. En el encabezado hay unas líneas dirigidas a "cualquier agente de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) o del FBI que pudieran estar leyendo el correo". Invita a seguir el ejemplo de Snowden y difundir los mecanismos de espionaje.
Stallman, que en 1985 publicó el manifiesto GNU, que sentó las bases para el desarrollo del concepto de copyleft, explica a Tiempo Argentino que siempre trata de eludir la entrega de datos personales. "Pago en efectivo, en tiendas físicas; entonces ninguna base de datos sabe lo que compro. No me identifico a los sitios web, y no los visito desde mi máquina personal; entonces no saben que las visitas son mías. La única excepción es con mis recetas médicas: en EE UU no hay manera de evitarlo."
Consultado por el experimento de Janet Vertesi, Stallman asegura que "la resistencia individual es sólo el comienzo de lo que hace falta. Tenemos que organizarnos para poner fin a los sistemas que rastrean a la gente." Y respecto de los distintos tipos de rastreo señala que el peor es el del Estado, porque "cuando una empresa acumula datos personales, también tiene que entregarlos al Estado".
Uno de los clásicos argumentos de los defensores del registro compulsivo de datos se basa en que eso sirve para que cualquier empresa pueda adecuar sus ofertas a las "necesidades" de los usuarios. Stallman discrepa con esa postura. "El que vende su libertad por un poco de comodidad tiene mal las prioridades. Pero no les diría nada, sino que los citaría como ejemplo de un pensamiento tonto."

La ley argentina
Protección de Datos Personales
En el año 2000, la Argentina sancionó la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales. El artículo 27 asegura que cualquiera puede solicitar a cualquier empresa que le suministre toda la información que posea sobre su persona y pedir que la retiren o bloqueen.

Comentarios

Entradas populares