El ajedrez suma adeptos, también como parte de la militancia política
Un peón negro y bizco señala un cuadro con el símbolo de la realeza
que es descolgado de la pared por un alfil blanco. Debajo de la imagen
del afiche se lee la frase "memoria, verdad, justicia" y un sello: "Peón
Vuelve. Ajedrecistas Unidos y Organizados". La polisémica pieza gráfica
basta para comprender de qué se está hablando, pero Pablo Mocca lo pone
en palabras para Tiempo Argentino. "Peón Vuelve surge por la necesidad
de muchos compañeros que no tenían espacio de militancia y otros que sí,
pero necesitaban articular sus dos pasiones: la que tienen por el
proyecto Nacional y Popular que encabeza la presidenta; y la del
ajedrez, que cumple una función social, de inclusión".
Mocca es uno de los referentes de la agrupación creada en marzo de
2013 que a fuerza de empuje y creatividad logró ganarse un lugar de peso
dentro de las organizaciones kirchneristas. "Ya a los tres meses no
podíamos creer que lo que estaba pasando multiplicaba por veinte lo que
el más optimista pensó en la primera reunión", asegura. El 21 de
diciembre pasado, con apenas nueve meses de gestación, más de 120
personas participaron del Abierto Peón Vuelve. Copa 30 años de
democracia realizado en la sede de Unidos y Organizados. La actividad
contó con la presencia de los actuales campeones argentinos de ajedrez
Florencia Fernández y Diego Flores, que jugaron simultáneas con los
asistentes, y el ganador se llevó un trofeo creado por el artista
plástico Rubén Kim: se trataba de cuatro peones que sostenían una urna
en cuya faja de seguridad se leían las fechas 1983-2013.
La liturgia que despliega la organización no es forzosa, explica
Mocca. "Al ajedrez nadie puede negarle su condición de juego; pero
tampoco de arte, por su belleza y la posibilidad de crear metáfora a
través de él; de ciencia, porque se acumula conocimiento infinitamente; o
de deporte, porque los que juegan a determinado nivel conocen las
exigencias". Todo eso expresa Peón Vuelve. Eso y, por supuesto, un
compromiso militante.
Sucede que el ajedrez y la política, aunque no lo parezca, van de
la mano. "El ajedrez conlleva en su praxis la necesidad de la toma de
decisiones continuas y de evaluación estratégica de la coyuntura",
señala Mocca. Aparte, "no juego solo, sino contra otro que también tiene
sus planes", ilustra en una clara alusión al respeto democrático.
¿Por qué, en ese juego de metáforas, uno elige representarse por el
peón? Estrella Nieto, militante y docente de la organización, arriesga
una definición: "Yo creo que la posición inicial en el tablero en la
cual están todos los peones juntos luchando por un objetivo es el
símbolo de la militancia misma". Mocca se pliega a esa definición y
agrega que "es la pieza que más necesita de su par, trabaja para el
grupo y en grupo". Pero además, "el peón es por excelencia la pieza más
sacrificada del ajedrez. Es la pieza que menos gloria se lleva y la
única que tiene en su horizonte la posibilidad de crecer, porque si
llega a la octava fila corona". Por si fuera poco, el fonema es
prácticamente igual al del apellido del líder del movimiento que inspira
su militancia.
Los juegos de palabras y la creatividad de las imágenes, por más
atractivos que sean, no son suficientes para explicar el crecimiento de
la agrupación. Lo más importante, según Horacio Olivera, un ajedrecista
que comenzó a militar de grande a través de Peón Vuelve, es su objetivo
de incluir a través del juego. "Une docencia y militancia, busca llevar
el ajedrez a las unidades básicas y a la gente, cualquiera sea su
pensamiento."
Así puede entenderse la génesis de la organización cuya primera
actividad fue la realización de partidas simultáneas en las plazas,
"porque Néstor nos enseñó que la política se hace en la calle de cara a
la gente", detalla Mocca. En esos encuentros, un referente del ajedrez
juega simultáneamente contra una cantidad grande de jugadores del otro
lado del tablero. Eso pone en el mismo lugar a hombres, mujeres, niños,
adultos y gente de la tercera edad. "Es una actividad claramente
democratizadora del espacio, cumple un aspecto lúdico y también
educativo porque a través de la partida también aprendés de la
referencia del ajedrez y tenés una herramienta de política", precisa
Mocca.
La respuesta de la gente en las simultáneas entusiasmó a los
militantes de Peón Vuelve que decidieron sumar a sus actividades los
"rincones de ajedrez", instancias de encuentro en distintas unidades
básicas conducidas por grandes maestros del deporte. Comenzaron en
Almagro pero rápidamente se hizo evidente la demanda y ampliaron su
presencia a otras áreas. Hoy hay siete rincones distribuidos por toda la
Ciudad de Buenos Aires con distintos horarios. Tal éxito tuvo la
propuesta que sobre el cierre del año organizaron el primer curso de
formación en enseñanza del ajedrez para militantes con el objetivo de
multiplicar el número de docentes que puedan seguir llevando el ajedrez
por el país.
La gran acogida que recibieron sus iniciativas los llevó a
preguntarse por qué no desarrollar sus propios grandes torneos, y así
sucedió. El primero de ellos recibió el nombre de su inspirador: Primer
Abierto Peón Vuelve. Copa Néstor Carlos Kirchner. Al reunir más de 100
participantes decidieron mantener su organización cada dos meses hasta
la llegada del verano. La próxima, se prevé, será en marzo.
"Peón Vuelve porque escuchó a Néstor, entendió a Cristina y
comprendió que uno debe militar con el corazón las causas que defiende y
esa militancia no encuentra otro ámbito para desarrollarse que no sea
en la calle, en los barrios, con el pueblo. No nos interesa hacer del
ajedrez un juego elitista al que sólo pueden acceder los sectores
acomodados de la sociedad. Por eso, como solemos decir, llegamos para
militar el ajedrez", señala la agrupación en su página web. "Vamos a
recuperar el ajedrez para la gente. Vamos a hacerlo popular desde la
militancia. Y como no podía ser de otra manera, vamos a hacerlo estando
unidos y organizados", concluye. «
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Un lugar donde expresarse
Horacio Olivera es uno de los miembros fundacionales de Peón Vuelve
y expresa, en su biografía, la misión de la organización. "Yo tengo
cincuentipico y nunca milité orgánicamente. Siempre tenía algún prurito y
esto me permitió militar de una manera que solo no lo hubiera hecho
probablemente. Me permitió encontrar un lugar donde expresar mi apoyo a
lo que está pasando", dice en diálogo con Tiempo Argentino.
Olivera era un ajedrecista adolescente en la década del '70 que
participaba en distintas competencias nacionales. En esas instancias
llegó a conocer dos organizaciones que hoy constituyen probablemente los
primeros antecedentes de Peón Vuelve: "Una era la Liga Argentina de
Jugadores de Ajedrez, que promovía una especie de sindicalización de los
jugadores; y otra fue el movimiento Jaque Perpetuo, ajedrecistas
peronistas que usaban ese nombre para enfatizar las siglas JP." Pese a
la vinculación evidente entre política y deporte, Olivera destaca que
nunca hubo nada parecido a Peón Vuelve, "porque en esta agrupación se
impulsa la idea de difundir el ajedrez entre gente que no es
ajedrecista, llevárselo a la gente".
Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 2 de febrero de 2014
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