Masiva condena al bloqueo a Cuba en la ONU
Por Javier Borelli / desde Nueva York
La Asamblea General de las Naciones Unidas votó la "necesidad de terminar el embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos de América impone sobre Cuba" por una mayoría abrumadora. De los 193 países miembros de la organización sólo EE UU, Israel y la isla de Palau se opusieron, mientras que se abstuvieron las Islas Marshall y los Estados Federados de Micronesia, todos países con un fuerte vinculo comercial y político con el gobierno estadounidense.
Los 188 países restantes votaron a favor de la resolución que significó
el vigésimo primer rechazo, y el más numeroso, que da el máximo órgano
deliberativo de la ONU a una medida considerada contraria a la carta
orgánica de las Naciones Unidas y violatoria del derecho internacional.
"No existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, minutos antes de la votación ante una Asamblea General colmada. Aun más, señaló, "por su propósito declarado y sus efectos directos califica como un acto de genocidio, de conformidad con (…) la Convención de Ginebra para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los Derechos Humanos de un pueblo entero".
Rodriguez Padilla calificó a la política estadounidense de "inhumana, fallida y anacrónica" y aseveró que durante los once gobiernos que la mantuvieron nació el 76% de los cubanos y citó un informe del secretario general de la ONU que cifra en 1,066 billones de dólares los daños económicos acumulados por las sanciones desde su imposición hace más de 50 años. Antes de finalizar, el ministro cubano reiteró el ofrecimiento al país norteamericano para iniciar un diálogo bilateral y ratificó que su pueblo "defenderá a cualquier precio sus conquistas" y "persistirá en sus ideales".
El representante estadounidense Ronald Godard, quien habló a continuación, apenas buscó cambiar el eje de la discusión argumentando que lo que Cuba quería hacer era culpar a su país como chivo expiatorio de los problemas económicos de la isla. Sabía, de todas formas, que el derecho internacional no estaba de su lado y que la votación estaba decidida.
El resultado de ayer fue la condena más importante al embargo en la historia de la ONU. En 1992 la resolución fue aprobada con 59 votos a favor, tres en contra y 71 abstenciones.
Otras naciones tomaron el micrófono ayer para expresar las posiciones de la mayoría de las organizaciones plurinacionales. El embajador de Argelia se pronunció en nombre de grupo de 77 y China, el de Irán lo hizo por el Movimiento de los Países No Alineados, el de Barbados en representación de la Comunidad de países del Caribe (Caricom), el de Cabo Verde por los Estados Africanos, el de Chile como miembro de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe (CELAC).
La Asamblea General de las Naciones Unidas votó la "necesidad de terminar el embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos de América impone sobre Cuba" por una mayoría abrumadora. De los 193 países miembros de la organización sólo EE UU, Israel y la isla de Palau se opusieron, mientras que se abstuvieron las Islas Marshall y los Estados Federados de Micronesia, todos países con un fuerte vinculo comercial y político con el gobierno estadounidense.
"No existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, minutos antes de la votación ante una Asamblea General colmada. Aun más, señaló, "por su propósito declarado y sus efectos directos califica como un acto de genocidio, de conformidad con (…) la Convención de Ginebra para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los Derechos Humanos de un pueblo entero".
Rodriguez Padilla calificó a la política estadounidense de "inhumana, fallida y anacrónica" y aseveró que durante los once gobiernos que la mantuvieron nació el 76% de los cubanos y citó un informe del secretario general de la ONU que cifra en 1,066 billones de dólares los daños económicos acumulados por las sanciones desde su imposición hace más de 50 años. Antes de finalizar, el ministro cubano reiteró el ofrecimiento al país norteamericano para iniciar un diálogo bilateral y ratificó que su pueblo "defenderá a cualquier precio sus conquistas" y "persistirá en sus ideales".
El representante estadounidense Ronald Godard, quien habló a continuación, apenas buscó cambiar el eje de la discusión argumentando que lo que Cuba quería hacer era culpar a su país como chivo expiatorio de los problemas económicos de la isla. Sabía, de todas formas, que el derecho internacional no estaba de su lado y que la votación estaba decidida.
El resultado de ayer fue la condena más importante al embargo en la historia de la ONU. En 1992 la resolución fue aprobada con 59 votos a favor, tres en contra y 71 abstenciones.
Otras naciones tomaron el micrófono ayer para expresar las posiciones de la mayoría de las organizaciones plurinacionales. El embajador de Argelia se pronunció en nombre de grupo de 77 y China, el de Irán lo hizo por el Movimiento de los Países No Alineados, el de Barbados en representación de la Comunidad de países del Caribe (Caricom), el de Cabo Verde por los Estados Africanos, el de Chile como miembro de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe (CELAC).
Publicado en la edición impresa de Tiempo Argentino el 14/11/2012
Comentarios
Publicar un comentario