Más de 10 millones ya pasaron por las urnas en Estados Unidos

Por Javier Borelli / desde Nueva York
Cuando aún falta una semana para los comicios, 10,5 millones de estadounidenses ya eligieron al candidato que quieren que sea su presidente durante los próximos cuatro años. Así lo expresaron al menos frente al consejo electoral de los respectivos estados según pudo relevar la Universidad de George Mason, ubicada en Virginia. Pese a que el número de votantes que eligen la modalidad del voto adelantado ha venido creciendo pronunciadamente en las últimas elecciones presidenciales, varias organizaciones sociales denunciaron trabas para ejercer este derecho. ¿Qué partido se beneficia con ello? ¿Cómo puede incidir esto en el resultado electoral?
Más de 40 millones de personas anticiparon su voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008. Eso equivalió al 30% del padrón electoral y marcó un nuevo récord en la modalidad. Cuatro años antes un 20% había elegido votar anticipadamente cuando en 1992, apenas el 7% lo había hecho.
En los últimos comicios presidenciales hubo un crecimiento en el padrón electoral de 5 millones de ciudadanos respecto de la elección de 2004. De ellos 2 millones, son negros, 2 millones hispanos y 600 mil asiáticos, según un informe de la oficina de Estadística del Departamento de Comercio del gobierno de los Estados Unidos. Muchos de esos votantes, se estima, se inclinaron por Barack Obama y emitieron su voto antes de la fecha oficial de los comicios. Por eso, en esta nueva campaña electoral, el candidato demócrata decidió incentivar la práctica y él mismo optó por sufragar antes de tiempo, incluyendo el acto electoral como parte de su recorrida proselitista. Desde el jueves 25 de octubre, Obama es uno más en la estadística.
A pesar de que el voto anticipado crece en cada período electoral, la Organización por las Libertades Civiles de EE UU (ACLU por sus siglas en inglés) denunció este año una campaña para limitar esa posibilidad. Siete estados achicaron el período hábil para votar con el fin expreso de "reducir la posibilidad de fraude", un argumento que para la ONG reconocida por su trabajo en la defensa de los Derechos Humanos y civiles no se condice con la "extremadamente rara" posibilidad de ocurrencia de un ilícito en los comicios. Aun más, ACLU sitúa esas modificaciones en el marco de un número mayor de leyes votadas en 2011 para modificar la ley electoral que en realidad sólo pretenden "restringir el derecho de voto".
Más de 30 estados discutieron el año pasado en sus órganos legislativos la necesidad de exigir a los votantes la presentación una identificación con foto, algo que de haberse aplicado hubiera dejado sin posibilidad de sufragar al 11% de los ciudadanos estadounidenses. Tres estados aprobaron la exigencia de una documentación específica que acredite ciudadanía para votar pese a que un 7% de los ciudadanos legales estadounidenses no poseen esa credencial. Otros dos estados decidieron eliminar la posibilidad de que la gente se registre para votar en el mismo día de la elección, aunque está probado que alrededor de un 10% de los votantes a nivel nacional suelen utilizar esa metodología. Toda esta serie de medidas afectan especialmente a los sectores afro-americanos, los más ancianos, los estudiantes y a las personas con algún tipo de discapacidad, denunció ACLU en su página web.
Sin embargo, la interposición de demandas judiciales por parte de esta y otras organizaciones sociales dio sus frutos y la mayoría de las leyes fueron rechazadas o suspendidas para este 6 de noviembre. A pesar de ello, aseguran desde ACLU, el problema es la confusión que ha generado esta situación y que hace posible que mucha gente no se acerque a votar por temor a ser rechazada.
Tres de las circunscripciones en las que se intentaron modificar las leyes electorales con distinto nivel de éxito fueron Florida, Virginia y Wisconsin. Los tres son estados considerados indecisos por el parejo resultado que arrojan las encuestas entre los candidatos y envían un gran número de electores al Colegio Electoral: 29, 10 y 13 respectivamente. En 2008 Obama se impuso en las tres regiones, pero en las elecciones de medio término los republicanos lograron revertir la situación y salir victoriosos. Las leyes mencionadas anteriormente se promovieron un año más tarde. En un escenario de tanta paridad en la carrera electoral cada voto cuenta y, con un 95% de las predilecciones divididas entre dos partidos, evitar un sufragio para el rival termina siendo casi tan importante como sumar uno para las propias filas. «

---------------------------------------------------------

Son pocos los que eligen presidente

Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo en el que es necesario registrarse para votar. En las últimas cuatro elecciones presidenciales el número de personas que se inscribió para hacerlo rondó el 70 por ciento. Sin embargo, no todos los que se anotan luego van a votar. En 2008, por ejemplo, apenas el 63,6% de la población sufragó, un porcentaje muy similar al de 2004 (63,8%) aunque superior al de 2000 (59,5%) y al de 1996 (58,4%).
Para comparar los guarismos con otras elecciones ejecutivas en el resto del mundo se puede mencionar que en 2011 Mariano Rajoy fue elegido presidente del gobierno de España con una participación del 71,69 por ciento. Ese mismo año, Cristina Fernández de Kirchner fue reelegida en la Argentina con un 79,38% de participación, aunque con voto obligatorio.
El 7 de octubre último Hugo Chávez fue reelecto en Venezuela con un nivel de participación del 80,52%, según los resultados finales del Consejo Nacional Electoral (CNE). En este caso tampoco es obligatorio ni el registro ni la votación.

Comentarios

Entradas populares