El plan Tío Sam de 1964 en papeles de WikiLeaks

Por Javier Borelli
El golpe militar contra el presidente brasileño João Goulart en 1964 contó con el apoyo logístico del gobierno de Estados Unidos. Así lo confirman los cables secretos de la diplomacia estadounidense divulgados recientemente por WikiLeaks. En ellos se detalla el plan bautizado como "Tío Sam" por medio del cual Estados Unidos garantizaba presencia naval en el Atlántico Sur y estaba dispuesto a entregar 110 toneladas de municiones y armas a las fuerzas militares o policía brasileña en caso de que estas lo necesitaran.
El plan había sido divulgado por el diario carioca Jornal do Brasil 12 días después de la muerte de Goulart pero eludido oficialmente por la diplomacia estadounidense. Los mensajes enviados por el embajador John H Crimmins en 1976 constituyen una nueva prueba de esa relación.
"Quedará claro para los lectores de los documentos que EE UU tenía una gran penetración de inteligencia en sectores vitales de las Fuerzas Armadas brasileñas y de la clase política, y muchos pueden estar inclinados a pensar que esa penetración continúa actualmente", analizaba el embajador Crimmins en un cable fechado el 22 de diciembre de 1976, apenas cuatro días después de que el periódico de Río de Janeiro destapara la operación encubierta.
En ese mismo cable, titulado "Evaluación preliminar sobre la posición de EE UU en Brasil tras la divulgación de documentos secretos de Seguridad Nacional", Crimmins advierte que, si bien no hay pruebas contundentes que involucren a su país en la instigación del golpe, el "lector atento" notará que "al menos Estados Unidos aceptó y comenzó a actuar sobre la contingencia de intervenir en Brasil. También le quedará bastante claro de qué lado estaba Estados Unidos, listo para apoyar físicamente si era necesario, y contenido de hacerlo solamente porque se demostró innecesario."
Para concluir, el embajador estadounidense evaluó que la peor consecuencia de aquellos artículos iba a ser que sus contactos políticos iban a estar reacios a trabajar con la embajada por un tiempo y la "calidad de su información" iba a decaer. «
Publicado el 04/05/2013 en la edición impresa de Tiempo Argentino

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