Pese a la competencia electrónica, el correo postal se mantiene vivo
Entre 2003 y 2013 el volúmen de piezas transporadas creció un 55 por ciento. En el Correo Argentino apenas el 6% son cartas particulares. La tendencia es al crecimiento del envío de paquetes, por compras realizadas vía Internet
Ya son pocos los que buscan en la correspondencia el mensaje de un ser querido. Sin embargo, el cartero sigue siendo tan esperado como antes de la llegada del frío y despersonalizado correo electrónico. Es que a pesar de los augurios apocalípticos para la industria postal que acompañaron a la llegada de Internet, su presunto verdugo es quien hoy le permite mirar al futuro con optimismo de la mano del comercio electrónico. Porque el correo no murió, apenas está mutando.
Los números a primera vista impresionan. Entre 2003 y 2012 el mercado postal argentino creció casi un 55% en volumen de piezas y multiplicó por siete su facturación. Sin embargo, desde la Asociación de Empresas de Correo de la República Argentina (AECA) son cautelosos con las cifras y matizan ambos índices. El último por la inflación y el primero por lo que marca la tendencia de envíos.
Entre 2003 y 2007 el volumen de piezas enviadas por correo creció a tasas chinas, acompañando el desempeño de la economía local. El aumento interanual fue del 6%, 10%, 14% y 12% consecutivamente. En 2008, con los primeros efectos de la crisis financiera internacional, sufrió su única caída en la década (-1,3%). Pudo recuperarse del golpe, pero el divorcio con el PBI fue definitivo. Los siguientes años el aumento en el volumen del correo fue del orden del 3,3% entre 2009 y 2010 y del 0,4% en los siguientes dos años.
"Lo que ocurrió acá es que disminuyeron la cartas particulares pero crecieron las corporativas", explicó Camilo Baldini, subdirector general de Correo Argentino, que hoy se encarga de distribuir el 42% de los envíos que se hacen en el país. "El 94% del volumen total de envíos es corporativo y sólo el 6% es de público en general, porque hoy ya nadie manda una carta. Encima, de ese correo corporativo, el 80% es de bancos y telefónicas, que sabemos que están con la idea de pasarse a resúmenes electrónicos", advierte.
"Es un mercado que todavía no está decreciendo pero sí desaceleró su tasa de crecimiento. Eso tiene que ver con la inclusión digital. La tendencia en el mundo es que el volumen del mercado postal vaya reduciéndose. Por eso todos los correos estamos trabajando en la transformación de un modelo postal a un modelo logístico", agrega Silvina Reyes, subgerente general comercial y de marketing de Oca, primer correo privado del país. El futuro escenario, pueden imaginarlo, será semejante al que vive hoy buena parte de los países de la Unión Europea y Estados Unidos.
"La demanda de distribución de cartas, diarios, revistas, publicidades y otros documentos está cayendo debido al avance de las comunicaciones electrónicas", describió el Informe sobre comercio electrónico y entrega de envíos de la Unión Europea (UE), presentado en julio de este año. Pero "al mismo tiempo crece el pedido de entrega de paquetes a raíz del desarrollo del comercio electrónico, la producción a demanda y otras tendencias del negocio derivadas de las nuevas tecnologías", agrega.
Las diferencias con lo que sucede aquí, por lo menos por ahora, son notables. La más evidente es de escala de mercados. Mientras que en 2012 las compras electrónicas realizadas por usuarios de Internet que viven en la UE representaron unos 250 mil millones de euros, en ese mismo año en la Argentina apenas se alcanzaron compras por 16.700 millones de pesos (sin IVA), según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). El crecimiento interanual local, sin embargo, casi duplica al europeo. Mientras que de 2011 a 2012 el e-commerce de la UE creció un 20%, aquí superó el 40 por ciento.
La diferencia en la confianza en este tipo de sistemas también es considerable. Mientras que ocho de cada diez británicos hicieron alguna compra en Internet el año pasado. En Argentina la estadística involucra a uno de cada cuatro. Desde la Cámara se entusiasman en que las estadísticas indican que nuestro país tiene mayor margen para crecer.
"Hoy el e-commerce ronda el 1 o 2% del volumen de envíos. Pero en los próximos años esto va a crecer, porque todavía son pocos los retailers locales y no hay tanta oferta", señala Alejandro Rinaldi, Jefe de Servicios y Nuevos Negocios de Andreani y también director de CACE. Su expectativa es que en algunos años los beneficios por los nuevos negocios compensen las caídas en el volumen de correo, tal como la consultora WIK describe que está empezando a suceder en el estudio encargado por la UE sobre los "Principales desarrollos en el Sector Postal" y entregado en agosto último.
"Nosotros decimos que tenemos que pasar del 2D al 3D, de la carta al paquete", señala Baldini. "Pero es una organización de 200 años que toda la vida transportó cartas y ahora nos enfrentamos a la desaparición de nuestro principal producto, la carta. Sin embargo ya estamos haciendo una inversión enorme para adaptarnos al cambio en la cultura del consumidor" (ver aparte).
Oca es el correo líder en envío de paquetes comprados por Internet. Según el informe de la CACE, se encarga de llevar a los clientes una de cada tres compras realizadas online en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires y casi la mitad de las transacciones realizadas en el interior del país. La clave, según cuenta la subgerente comercial, es que desde hace tres años están trabajando en el desarrollo del modelo logístico "basado en segmentos de mucho crecimiento como son, fundamentalmente, la tecnología, las telecomunicaciones y el comercio electrónico", explica Reyes.
No podían contra ellos y decidieron unírseles. Hoy OCA entrega módems para las principales empresas de telecomunicaciones y les ofrece el almacenamiento, armado del paquete y distribución de los equipos. También se asoció a empresas como Mercado Libre, Falabella y Netshoes y realiza los envíos de todas las compras realizadas en sus páginas web. Según Reyes esto les permitió "crecer a tres dígitos año sobre año tanto en facturación como en volumen".
El negocio cambia, pero no en su esencia, y el cartero sigue siendo aquel sujeto que acerca el objeto de deseo. Aunque las emociones, probablemente, ya no sean las mismas.
Por Javier Borelli
Ya son pocos los que buscan en la correspondencia el mensaje de un ser querido. Sin embargo, el cartero sigue siendo tan esperado como antes de la llegada del frío y despersonalizado correo electrónico. Es que a pesar de los augurios apocalípticos para la industria postal que acompañaron a la llegada de Internet, su presunto verdugo es quien hoy le permite mirar al futuro con optimismo de la mano del comercio electrónico. Porque el correo no murió, apenas está mutando.
Los números a primera vista impresionan. Entre 2003 y 2012 el mercado postal argentino creció casi un 55% en volumen de piezas y multiplicó por siete su facturación. Sin embargo, desde la Asociación de Empresas de Correo de la República Argentina (AECA) son cautelosos con las cifras y matizan ambos índices. El último por la inflación y el primero por lo que marca la tendencia de envíos.
Entre 2003 y 2007 el volumen de piezas enviadas por correo creció a tasas chinas, acompañando el desempeño de la economía local. El aumento interanual fue del 6%, 10%, 14% y 12% consecutivamente. En 2008, con los primeros efectos de la crisis financiera internacional, sufrió su única caída en la década (-1,3%). Pudo recuperarse del golpe, pero el divorcio con el PBI fue definitivo. Los siguientes años el aumento en el volumen del correo fue del orden del 3,3% entre 2009 y 2010 y del 0,4% en los siguientes dos años.
"Lo que ocurrió acá es que disminuyeron la cartas particulares pero crecieron las corporativas", explicó Camilo Baldini, subdirector general de Correo Argentino, que hoy se encarga de distribuir el 42% de los envíos que se hacen en el país. "El 94% del volumen total de envíos es corporativo y sólo el 6% es de público en general, porque hoy ya nadie manda una carta. Encima, de ese correo corporativo, el 80% es de bancos y telefónicas, que sabemos que están con la idea de pasarse a resúmenes electrónicos", advierte.
"Es un mercado que todavía no está decreciendo pero sí desaceleró su tasa de crecimiento. Eso tiene que ver con la inclusión digital. La tendencia en el mundo es que el volumen del mercado postal vaya reduciéndose. Por eso todos los correos estamos trabajando en la transformación de un modelo postal a un modelo logístico", agrega Silvina Reyes, subgerente general comercial y de marketing de Oca, primer correo privado del país. El futuro escenario, pueden imaginarlo, será semejante al que vive hoy buena parte de los países de la Unión Europea y Estados Unidos.
"La demanda de distribución de cartas, diarios, revistas, publicidades y otros documentos está cayendo debido al avance de las comunicaciones electrónicas", describió el Informe sobre comercio electrónico y entrega de envíos de la Unión Europea (UE), presentado en julio de este año. Pero "al mismo tiempo crece el pedido de entrega de paquetes a raíz del desarrollo del comercio electrónico, la producción a demanda y otras tendencias del negocio derivadas de las nuevas tecnologías", agrega.
Las diferencias con lo que sucede aquí, por lo menos por ahora, son notables. La más evidente es de escala de mercados. Mientras que en 2012 las compras electrónicas realizadas por usuarios de Internet que viven en la UE representaron unos 250 mil millones de euros, en ese mismo año en la Argentina apenas se alcanzaron compras por 16.700 millones de pesos (sin IVA), según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). El crecimiento interanual local, sin embargo, casi duplica al europeo. Mientras que de 2011 a 2012 el e-commerce de la UE creció un 20%, aquí superó el 40 por ciento.
La diferencia en la confianza en este tipo de sistemas también es considerable. Mientras que ocho de cada diez británicos hicieron alguna compra en Internet el año pasado. En Argentina la estadística involucra a uno de cada cuatro. Desde la Cámara se entusiasman en que las estadísticas indican que nuestro país tiene mayor margen para crecer.
"Hoy el e-commerce ronda el 1 o 2% del volumen de envíos. Pero en los próximos años esto va a crecer, porque todavía son pocos los retailers locales y no hay tanta oferta", señala Alejandro Rinaldi, Jefe de Servicios y Nuevos Negocios de Andreani y también director de CACE. Su expectativa es que en algunos años los beneficios por los nuevos negocios compensen las caídas en el volumen de correo, tal como la consultora WIK describe que está empezando a suceder en el estudio encargado por la UE sobre los "Principales desarrollos en el Sector Postal" y entregado en agosto último.
"Nosotros decimos que tenemos que pasar del 2D al 3D, de la carta al paquete", señala Baldini. "Pero es una organización de 200 años que toda la vida transportó cartas y ahora nos enfrentamos a la desaparición de nuestro principal producto, la carta. Sin embargo ya estamos haciendo una inversión enorme para adaptarnos al cambio en la cultura del consumidor" (ver aparte).
Oca es el correo líder en envío de paquetes comprados por Internet. Según el informe de la CACE, se encarga de llevar a los clientes una de cada tres compras realizadas online en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires y casi la mitad de las transacciones realizadas en el interior del país. La clave, según cuenta la subgerente comercial, es que desde hace tres años están trabajando en el desarrollo del modelo logístico "basado en segmentos de mucho crecimiento como son, fundamentalmente, la tecnología, las telecomunicaciones y el comercio electrónico", explica Reyes.
No podían contra ellos y decidieron unírseles. Hoy OCA entrega módems para las principales empresas de telecomunicaciones y les ofrece el almacenamiento, armado del paquete y distribución de los equipos. También se asoció a empresas como Mercado Libre, Falabella y Netshoes y realiza los envíos de todas las compras realizadas en sus páginas web. Según Reyes esto les permitió "crecer a tres dígitos año sobre año tanto en facturación como en volumen".
El negocio cambia, pero no en su esencia, y el cartero sigue siendo aquel sujeto que acerca el objeto de deseo. Aunque las emociones, probablemente, ya no sean las mismas.
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El comercio electrónico en números
El comercio electrónico en números
- Usuarios - El número de usuarios de Internet creció de 3,7 millones de usuarios en 2001 a 31,1 millones en 2012.
- Compras - La proporción de usuarios en Internet que hacen compras online subió de 10% en 2001 a 32,4% en 2012, lo que equivale a 10 millones de internautas que realizaron compras por Internet.
- Comercio electrónico - El comercio electrónico en 2012 alcanzó en ventas los 16.700 millones de pesos (sin IVA), de los cuales 15.300 millones fueron operaciones de empresa a consumidor, mientras que 1400 millones fueron entre consumidores.
- Crecimiento - Respecto del año 2011 el comercio electrónico aumentó un 44% y la CACE proyectaba para el año 2013 un crecimiento del 48% interanual.
- Peso promedio - El peso del envío promedio, según los principales operadores del sector, es de 2,1 kilogramos y el valor promedio del envío es de 46 pesos.
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