“Austeridad es igual a recesión”


Según el economista nacido en Grecia, profesor de la Universidad de Londres, quienes conducen los destinos de Europa malentienden el origen de la crisis. Y añade que la mayor parte de la deuda de su país es ilegítima y que el gobierno de Atenas debe declarar el default y salir del euro para crecer. Compara la situación en la península helénica con la argentina, pero considera que los griegos tienen la ventaja de que ya conocen nuestra crisis de 2001. 
 
Hasta mi mamá me habla del spread de los bonos” señala con humor Costas Lapavitsas, economista griego y profesor de la Universidad de Londres al referirse a cómo se vive la crisis en su país. “Eso es el resultado de la obsesión general de estos días que ha sido manipulada desde el gobierno para crear un clima de preocupación. Crearon la sensación de que la salida del euro era el fin del mundo y fueron exitosos”, agrega Lapavitsas, quien desmitifica ese pensamiento y promueve abiertamente el default griego y la salida del euro como principio de solución para su crisis. Una muestra de su pensamiento puede leerse en <http://www.researchonmoneyandfinance.org/>, página web realizada por economistas europeos que discuten acerca de la ruptura de la eurozona como posible salida de la crisis.
 
–Alemania y Francia dieron a conocer un plan común para salir de la crisis que implicaba más disciplina fiscal y sanciones automáticas para los miembros de la Eurozona. ¿Qué opina de esta posición?
–Hay que esperar para ver los detalles de lo que se acuerda en la cumbre. Pero si juzgamos por lo que se dice en los medios tengo dos comentarios. El continuo foco en el déficit fiscal evidencia que quienes deciden la política en Europa no se dieron cuenta de dónde viene la crisis. Porque no viene del desbalance fiscal, sino que esa es una consecuencia de causas más profundas. Lo segundo es que si se da lo que se escucha, sería un triunfo de lo que describiríamos como la visión alemana de la Unión Europea (UE) y eso le daría mayor inestabilidad a la zona. Porque significaría una transferencia de soberanía por parte de los países a un nuevo cuerpo y sería muy difícil de aceptar. Porque va a haber problemas cuando la gente se de cuenta de que esto implica que un pequeño grupo de burócratas de países centrales, que encima no fueron elegidos por el voto, examine su balance.
 

–Grecia vivió este año la renuncia de su primer ministro y asumió en su lugar un tecnócrata que propuso nuevas medidas de ajuste. ¿Cómo ve el futuro del país?–Las políticas de este gobierno son exactamente las mismas del gobierno anterior y que fueron negociadas con el FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE). No hay cambio ahí. Las implicancias de sus medidas, luego, pueden separarse en dos niveles. Las económicas tendrán consecuencias tan catastróficas como antes. Lo más probable es que intensifique la recesión y empeore el nivel de desempleo, entre otros índices que caerán. Pero en el corto plazo el impacto en la población no se va a ver tanto. Ganaron tiempo cambiando el primer ministro y pusieron uno con mejor imagen al que se lo considera “por fuera de la política”. Sin embargo, no creo que esto dure porque las políticas son muy duras y la gente va a darse cuenta que el tecnócrata es parte del establishment griego que ha gobernado las últimas dos décadas.

–¿Por qué usted plantea que parte de la deuda que acumula Grecia es ilegítima?
–Podemos decir que la deuda oficial del último año y medio podría ser considerada de esa forma porque fue adquirida por el país en términos desiguales. Por eso necesitamos una auditoría adecuada que diga si es ilegítima. Si es así, el país deberá decidir qué hacer con eso. Si eso implica repudiarla, que así sea.
–En épocas de ajuste siempre se teme al resurgimiento de movimientos de derecha. ¿Cómo vive Grecia esa posibilidad? –Lo más remarcable de la respuesta popular a la crisis es el deseo persistente de la población de pelear por soluciones de izquierda. En cada encuesta se ve eso y el establishment está empezando a preocuparse. Ahí está el potencial. Su problema, entonces, es formular un programa coherente y una organización política creíble. 

–¿Qué hubiera pasado entonces si se hubiera realizado el referéndum propuesto por el ex premier Georgios Papandreu? –No tengo la respuesta, pero creo que todos pensaban que el referéndum no era sobre las medidas de ajuste, como se decía, sino sobre el euro. Así lo entendía la gente y la UE. Por eso cortaron de cuajo esa posibilidad. El establishment griego lo entendió desde el principio y entraron en pánico. Por eso hubo un consenso tan grande interno y externo para sacar a Papandreu. 

–¿La salida de la crisis implica el abandono del euro necesariamente?
–Si Grecia no estuviera en el euro, el quiebre hubiera llegado mucho antes. El BCE ha estado inyectando liquidez en los bancos griegos en el último año y medio y si no, ya habría habido un corralito.    <
Publicado en Tiempo Argentino el 08/12/11

Las similitudes con Argentina

“La crisis argentina fue un modelo para nosotros”, asegura Costas Lapavitsas. Consultado acerca de las similitudes, el economista griego comienza por las causas: “La incapacidad de alcanzar los niveles de producción y competitividad necesarios, un restringido sistema monetario y préstamos crecientes en el mercado interno y externo”. Otra similitud que ve es que la primera respuesta ante la crisis fue el ajuste, hecho que empeoró la situación. Sin embargo, Lapavitsas cree que la principal diferencia entre ambos países es que Grecia conoce la experiencia argentina. “Tenemos que pensar seriamente en el default y la salida de la convertibilidad. Argentina no pudo estar preparada y nosotros sí”, concluye.



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