El mundo de los diarios





Este año impactaron en la agenda dos noticias vinculadas entre sí: la conmemoración del atentado a las Torres Gemelas y el asesinato de Osama Bin Laden. (Foto: Ultima Hora)
Este año fue pródigo en información internacional que llegó a los títulos principales de los diarios. Desde las distintas “revueltas árabes”, el recuerdo de los 10 años de los atentados a las Torres Gemelas, la caída de Muhamar Kadafi, el asesinato de Bin Laden, el tsunami de Japón, la polémica en torno al Estado Palestino, las revueltas estudiantiles en Chile, los desmanes juveniles en Inglaterra y, como fondo permanente, la crisis económica en Europa y Estados Unidos. Diario sobre Diarios se adentró en ese mundo de los diarios. Hablan los editores. Y especialistas que estudiaron la temática.

El mundo gira. En él se mueven 7.000 millones de personas distribuidas en 193 países. Éstas nacen, estudian, trabajan, hacen guerras, sufren terremotos, tienen accidentes, matan y mueren. Algunos pueden hacer más y otros menos. Unos pocos de ellos eligen contar lo que hacen los demás al momento en que sucede, porque el mundo no se detiene. Aquellos que eligen hacerlo más allá de las fronteras son los periodistas de Internacionales. A través suyo nos enteramos acerca de esa entelequia inimaginable conformada por 6.960 millones de personas distribuidas en 192 países que denominamos “resto del mundo”. Para incluirlo en unas pocas páginas deben elegir diariamente lo más relevante. ¿Qué criterios utilizan? ¿Cómo se produce la información que nos llega del exterior? ¿Cuál es el mundo para la prensa gráfica nacional?

Para responder a estos interrogantes Diario sobre Diarios (DsD) entrevistó a los responsables de las secciones de Internacionales de Clarín, La Nación, Página/12, Ámbito Financiero, El Cronista y Perfil. Sus palabras son, en la mayoría de los casos, el único contacto con el exterior para miles de personas que buscan informarse. A más de 30 años de los primeros estudios de agenda setting, las preguntas que indagan acerca de la influencia de los medios masivos en la conformación de la agenda pública siguen vigentes. Esos trabajos demostraron que si hay un área en que los medios de comunicación son decisivos en la conformación de la opinión pública es la referida a noticias internacionales.

“Durante el día la gente se puede enterar de lo que pasa afuera por la web o por un flash informativo de la tele (si la noticia tiene imágenes lindas). Pero si le interesa una visión en profundidad, quiere entender de qué se trata el conflicto, recurre a la sección de Internacionales de la edición de papel del día siguiente”, introduce Paula Lugones, jefa adjunta de la sección El Mundo en Clarín. En su opinión, la relevancia del medio en el que trabaja no se limita a la incidencia directa sobre sus lectores: “Si la guerra en Libia sale de primer título en el diario, más tarde los noticieros y el resto de las puntocom van a estar hablando de eso como tema importante”.

Esa responsabilidad que adquieren los periodistas especializados cobra mayor dimensión si se considera un área de cobertura tan amplia como es posible. “Tenés que hacer la selección de la información de todo lo que pasa en el mundo. Ahí tenés que saber qué es lo más importante” explica María Oliva, jefa de Internacionales en El Cronista. “La información que uno recibe es abrumadora. Tu trabajo es ver entre todo eso qué le interesa al lector de tu diario”, completa Gail Scriven, a cargo de la sección Exterior del diario La Nación. ¿Cuáles son entonces los temas elegidos?
La vuelta al mundo en seis diarios
“Golpes de Estado, guerras, revoluciones, elecciones”, son las primeras palabras que Santiago O´Donnell, jefe de la sección El Mundo de Página/12, enumera al mencionar las noticias principales que le tocan cubrir. “Política internacional, más catástrofes, más tendencias sociales o socioculturales”, es el cálculo que presenta Lugones. “Todo lo que tenga que ver con ‘lo político’-sintetiza Scriven-. Aunque cada vez más abarcamos también algunas cosas de Información General”.

Marcelo Falak, jefe de Internacionales en Ámbito Financiero, coincide con el temario marcado por sus colegas, aunque resalta que desde su sección se privilegia siempre un ángulo “de negocios”. Idéntico panorama describe el ejemplo presentado por María Oliva: “Si tenemos que informar acerca de la situación en Japón después del terremoto, vamos a tratar de encontrar ‘el costo de la reconstrucción’; o enfocar en cómo las empresas constructoras van a ser necesarias para el resurgimiento del país”.

El diario Perfil cierra el hexágono de diarios consultados. Allí, según Rodrigo Lloret, editor de Internacionales, la agenda comparte los temas ya señalados aunque por publicarse solamente los fines de semana tratan de privilegiar una mayor proporción de notas de análisis y la producción de suplementos especiales cuando la situación lo amerita.
Puntos de vista propios
“Es una sección atípica porque trabajás fundamentalmente con lo que pasa en el afuera y muchas veces con cables, cosa que frecuentemente la gente menosprecia”, remarca María Oliva. “Ahí me parece que hay un desconocimiento de lo que es la tarea –agrega Marcelo Falak- porque sobre todo en secciones chicas, la agencia de noticias es la fuente primordial de información. Pero hay algo que es muy importante, y que te lo van dando los años, que es el conocimiento de los temas. Es muchísimo el material que yo descarto porque me parece erróneo, desenfocado y no lo utilizo. Por eso digo que nuestro trabajo es menos de calle, más de edición y de análisis”.

“Nosotros tratamos de mantener la política del enviado especial incluso en momentos de crisis. Nos parece que es un gran plus porque cuenta las cosas como nosotros queremos y no a través de una agencia que tiene un lenguaje mucho más neutral”, enfatiza Paula Lugones a más de diez mil kilómetros del jefe de su sección, Marcelo Cantelmi, que al momento de recabar información para esta nota se encontraba cubriendo el conflicto en Libia. De esta manera incorpora una variable de las coberturas no mencionada hasta el momento: los recursos disponibles.

“Los hechos importantes los tratamos de cubrir siempre en el terreno. En segunda instancia, si no podemos llegar por alguna razón, ahí nos contentamos con un stringer”, explica Scriven aludiendo de este modo al colaborador desde el extranjero. La sección que dirige es la única que se presenta en la página 2 de los diarios nacionales: “La Nación te transmite que es un diario que mira al mundo y eso lo ves apenas abrís”.

“Lógicamente el corresponsal puede tener un conocimiento más acabado. Pero eso no impide que yo pueda hablar de los procesos más macro desde acá”, distingue Lloret. “Hoy con las redes sociales, internet y lo que se tiene al alcance del mouse, uno puede cubrir muy bien un trabajo periodístico”, analiza el jefe de sección en Perfil.
La mirada del otro
Muchas veces la lejanía goegráfica permite mejores coberturas, señala Sebastián Lacunza en su artículo“El periodismo de afuera” incluido en el libro “El periodismo urgente”. Los ejemplos que sustentan la afirmación del periodista de Ámbito Financiero remiten a los artículos publicados en los medios norteamericanos los meses siguientes al 11 de septiembre de 2001 y en los españoles tras los atentados contra los trenes en Madrid del 11 de marzo de 2004. En ambas circunstancias, las informaciones producidas en el extranjero fueron más certeras que las generadas en el lugar.

Esta situación puede explicarse, según el autor, porque “los periodistas de internacionales, cuentan muchas veces con un margen de libertad algo más amplio que el que rige en otras secciones relevantes de un medio escrito”.

Lugones convalida esta afirmación con su experiencia: “Nosotros no sentimos ningún tipo de presión. Lo que podemos recibir son llamadas de embajadas de distintos países que no están de acuerdo con lo que publicamos. Pero obviamente cada cual trata de llevar agua para su molino”.

Falak, con casi veinte años de trabajo en la sección, pone el tema en la balanza: “Si bien el periodismo internacional te pone en un lugar más frío o de menor exposición respecto de otros colegas, también tiene una gran ventaja que es que no está sometido a un permanente escrutinio sobre cuestiones polémicas y sensibles. Porque aún si lo estuviera, bueno… igual uno está hablando de Libia”.
¿Qué se jerarquiza?
“Se sabe de memoria que no es lo mismo una muerte en Uruguay que mil en África”, resume sin anestesia Santiago O´Donnell. Esta máxima nunca escrita del periodismo se corporiza diariamente en las páginas de todos los medios gráficos.

“Siempre se van a mirar más aquellos países que tengan alguna incidencia en la Argentina. Obviamente le vamos a prestar atención a todo lo que suceda en Estados Unidos porque se trata de la primera potencia mundial. Lo que pueda suceder en Latinoamerica también, por una cuestión de cercanía geográfica y por las relaciones comerciales que hay entre los países que integran el Mercosur. Después se verá a lo que pase en Europa, especialmente España o Italia”, completa María Oliva, que redactó sus primeros artículos de internacionales en el viejo Tiempo Argentino.

La jerarquización que menciona Oliva coincide mayoritariamente con la que brinda el resto de los periodistas entrevistados. La contracara son los países que quedan afuera de la página del diario.Marcela Pizarro, Profesora de la Facultad de Comunicación en la Universidad Austral, ilustra esta situación en su tesis de doctorado en la que analiza todos los artículos publicados por la sección de internacionales en Clarín y La Nación entre 1980 y 1998.

Allí releva a los países protagonistas de las noticias y los agrupa por continente. El resultado, expresado como porcentaje de la totalidad de notas, señala cuáles fueron las regiones con mayor y menor “visibilidad” para esos diarios:

1. América Latina 30.4

2. América del Norte 19.7

3. Europa occidental 17.6

4. Europa central y del este 13.2

5. Medio Oriente 9.9

6. Asia-Pacífico 5.6

7. África 3.6

“El espacio en nuestra sección es de papel y no de goma”, argumenta Paula Lugones. “A veces hay matanzas en Costa de Marfil o guerra civil en Sierra Leona que no hemos cubierto tanto como merecerían. Pero es difícil ‘vender’ un tema que resulta tan lejano no solo por cuestiones geográficas, sino también por cuestiones culturales”, finaliza la periodista de Clarín.

“Si fuese por mi le dedicaría todo el diario -duplica la apuesta Scriven- porque hay un montón de temas de África que pueden pasar meses y no hay oportunidad de publicarlos o tenés que encontrar la forma de que el lector argentino se informe de eso sin que se aburra”.
Discursos y recursos
“El mundo no es un lugar aburrido, no dejes que tu lectura lo sea”, advierte sugestivamente el anuncio publicitario de la revista especializada norteamericana Foreign Policy (Política exterior). En su página web conviven artículos de análisis históricos y económicos con otros como “Malas políticas, peor prosa: por qué los tiranos escriben tan malas escenas sexuales”, una nota que repasa las obras literarias de seis dictadores de Medio Oriente, Asia y Europa.

“Para mi es la mejor revista de política internacional del mundo. Porque logran hacer periodismo de temas complejos y de manera interesante”, subraya Rodrigo Lloret. “Yo trato de replicar esa lógica porque lo que escriba lo tiene que entender todo el mundo. Hay que dar información que tiene un montón de bagaje histórico, de procesos largos y complejos, pero hacerlo de manera periodística, que tenga interés, que sea divertida y que no sea una página abstracta, complicada y que aleje al lector”, agrega sin dar pistas de cómo lograr esa transformación mágica.

Scriven suscribe lo anterior y encuadra esta situación en un proceso de cambio en las redacciones: “Antes el editor se sentaba y tenía que tomar una decisión sobre los cables que recibía, ahora tiene que producir la sección de otra manera. Cada vez se deben incluir más entradas distintas y hay que vender las páginas gráficamente. Hace siete u ocho años La Nación no ponía nunca una foto a seis columnas y ahora es lo común. Eso tiene que ver con competir con Internet y la televisión”. Sin embargo, pese a los esfuerzos de la redacción, los problemas no parecen ser solo de competencia.
Por un lugar en la agenda
“La política internacional no forma parte de la gran agenda de los temas nacionales y eso es un problema grave para los que la cubrimos en Argentina”, diagnostica Rodrigo Lloret tras 12 años examinando la temática en distintos medios. Según su opinión, “en EEUU, Europa y cada vez más en Brasil, los temas del mundo están instalados en los debates previos a las elecciones y pueden definirlas. Y eso no tiene que ver con el gobierno actual, sino con la sociedad argentina, y se puede ver en los portales de internet donde las noticias internacionales por lo general no rankean entre las primeras”.

Marcelo Falak entiende esta situación como un mayor desafío para los periodistas de la sección que deben asumir el compromiso de “explicar mejor y acercarle más los temas a la gente”. Paula Lugones coincide con el enfoque: “creo que nuestro objetivo es que la mayor cantidad de personas comprenda que lo que sucede en el mundo, tarde o temprano, nos impacta”.

Mientras tanto, el mundo sigue girando. Nacen y mueren más personas. Mañana el diario se publicará de nuevo y habrá que contarlo.

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